En la ronda clasificatoria pudimos ver a 11 poetas (César de las Heras no asistió), enfrentándose para tratar de demostrar a un jurado popular, que se mostró bastante implacable, que eran los mejores poetas y que merecían pasar a la ronda final. Fue una delicia de clasificación porque pudimos disfrutar de una gran variedad de estilos en muy poco tiempo: desde la poesía social o reivindicativa de la que hicieron gala autores como Rocío Acebal o Boadicea, hasta una de corte más intimista, en tonos directos como fue la de Joshue, Cristina M. o Uxía, o con mayor presencia de metáforas y símbolos, como fue el caso de Andrés París o Belén.
Juegos de palabras, metáforas y demás artificios no pararon de salir del escenario mientras los poetas estaban allí, obteniendo todos ellos notas muy similares, lo que hizo que la competición estuviese muy reñida, pero sólo tres pudieron pasar a la final: Miguel Sánchez, que fue el primer poeta de la tarde y que sorprendió al público con un bello poema en el que recurría una y otra vez al mundo de los cuentos, Boadicea, con su original oración de corte feminista y Andrés París, que con un poema de corte amoroso se llevó al público al bolsillo siendo el que más nota recibió de todos.
Pero lógicamente, había que desempatar y para ello se celebro una ronda final en la que atacaron con nuevos poemas: El primero fue Miguel Sánchez, que con un poema que no bajó el nivel del primero y que le permitió rozar el triunfo con la punta de los dedos, pero no obstante no fue el que más convenció a la mayoría del público, si bien demostró una buena calidad poética. En cuanto a Boadicea, recitó un poema en el que revisaba la tradicional figura de las musas que invitó al público a reflexionar, pero que no fue tan aplaudido como los otros dos poemas, tal vez se debe a que volvió a tirar del tema feminista con el que, si bien cuadró un perfecto primer poema, no llegó a convencer al resto.
Y por último, recitó Andrés París a quien bastó con poco más de un minuto para demostrar al público por qué debía ser el más aplaudido. Y lo consiguió: un poema bello, íntimo y de tono reflexivo le bastó para coronarse, obteniendo un poemario de regalo, la posibilidad de editar un pequeño libro promocional con nosotros y lo que es más importante, ser el artista invitado que encabezará el cartel del próximo mes de Enero.
En cuanto a los artistas invitados, sólo podemos decir que hicieron lo que mejor saben hacer sobre un escenario: conmover al público con su arte. Por un lado Salem, haciendo un repaso a su carrera con poemas de distintos poemarios suyos y adelantándonos algunos de los que aparecerán por su nueva obra. Por otro lado, Mendicote, pese a no tener obras publicadas y haberse labrado su propio camino por las redes sociales, estuvo muy a la altura, ofreciendo un recital cargado de sinceridad, en el que se alternaron momentos muy íntimos con algún que otro verso satírico o jocosa experiencia. Desde aquí damos las gracias a ambos poetas por animarse a participar como invitados.
Para acabar esta crónica, yo, Jesús Robles, quiero dar las gracias a los doce poetas que se presentaron al slam y decir que, aunque Andrés se llevó la palma, nosotros fuimos los verdaderos ganadores de la tarde al disfrutar de vuestra poesía y acoger en nuestro escenario, a partir de ahora también vuestro, a tantísimo talento y tantísimo arte. Gracias, de corazón.
FOTOS
